Los cimientos del conocimiento de Fiorenzato cuentan con un elemento que no se puede adquirir en el mercado ni implementarse a través de estrategias de desarrollo comercial: el tiempo. El tiempo invertido en probar, corregir, implantar y, en última instancia, encontrar la mejor solución. Para Fiorenzato, un tiempo que se ha prolongado durante más de ochenta años. Más de ocho decenios dedicados a acumular conocimiento, patentar nuevos experimentos tecnológicos, adquirir nociones específicas del sector del café y de los molinillos dosificadores.
Este es el camino que lleva a la construcción de un patrimonio industrial y técnico-científico que no tiene precio; el verdadero valor añadido de cada producto Fiorenzato.